Cálculos renales
Los cálculos renales son masas pequeñas y sólidas que pueden aparecer en el tracto urinario. También conocidas como cálculos o nefrolitiasis, las piedras en los riñones se forman cuando las sales y los minerales de la orina (pis) se concentran en demasía y se cristalizan. Al cabo de semanas o meses, los cristales pueden agrandarse y formar piedras.
Síntomas
Es posible que no presente síntomas sino hasta que los cálculos bajen por los tubos (uréteres) a través de los cuales la orina se vacía hacia su vejiga. Cuando esto sucede, los cálculos pueden bloquear el flujo de orina desde los riñones.
El principal síntoma es el dolor intenso que comienza y desaparece súbitamente:
El dolor puede sentirse en la zona abdominal o en un costado de la espalda.
El dolor puede irradiarse a la zona de la ingle (dolor inguinal), los testículos (dolor testicular) en los hombres y los labios (dolor vaginal) en las mujeres.
Otros síntomas pueden incluir:
Color anormal de la orina
Sangre en la orina
Escalofríos
Fiebre
Náuseas y vómitos
Diagnóstico
La radiografía de abdomen expone a la persona a mucha menos radiación que la TC, pero son mucho menos precisas en el diagnóstico de cálculos y solo pueden mostrar los cálculos de calcio. Cuando los médicos sospechan que la persona tiene un cálculo de calcio, la radiografía es una alternativa para confirmar su presencia o ver hasta dónde ha llegado el cálculo en su descenso por el uréter.
La urografía excretora (anteriormente denominada urografía intravenosa o pielografía intravenosa) consta de una serie de radiografías tomadas después de una inyección intravenosa de un medio de contraste radiopaco. Esta prueba puede detectar cálculos y determinar con precisión el grado con el que están bloqueando las vías urinarias, pero se tarda mucho tiempo y conlleva el riesgo de exposición al medio de contraste (por ejemplo, una reacción alérgica o empeoramiento de la insuficiencia renal ). Los médicos rara vez recurren a la urografía excretora si hay posibilidad de practicar una TC o una ecografía.
Causas
Los cálculos se forman porque la orina está demasiado saturada de sales que luego se convierten en cálculos o porque la orina no tiene inhibidores de la formación de cálculos. El citrato es un inhibidor porque normalmente se une al calcio, que suele estar involucrado en la formación de cálculos.
Los cálculos son más frecuentes en personas con ciertas enfermedades (por ejemplo, hiperparatiroidismo, deshidratación y acidosis tubular renal) y en las personas cuya dieta es muy rica en proteínas de origen animal y vitamina C o en quienes no consumen suficiente agua o calcio. Las personas con antecedentes familiares de formación de cálculos son más propensas a tener cálculos de calcio y a padecerlos con mayor frecuencia. Las personas que se han sometido a una cirugía para perder peso (cirugía bariátrica) también presentan mayor riesgo de formación de cálculos.
En raras ocasiones, los fármacos (incluido el indinavir) y las sustancias de la alimentación (por ejemplo, melamina) causan cálculos.
Los de calcio, los cálculos más comunes
Existen, principalmente, cuatro tipos de piedras o cálculos renales:
Cálculos de calcio: son los más comunes (representan entre un 60%-80% de todos). El calcio que nuestro organismo no usa se dirige a los riñones, donde es retenido y puede combinarse con sustancias como el oxalato –presente en alimentos como las espinacas o los suplementos de vitamina C- para formar el cálculo. El fosfato y el carbonato son otras de las sustancias con las que a veces se combina el calcio, y hasta un 40% de los cálculos de calcio son de composición mixta.
Cálculos de estruvita: entre un 5%-15% de los cálculos son de este tipo. Resultan más frecuentes en mujeres y, a menudo, son producto de infecciones repetidas o crónicas en el sistema urinario. Pueden alcanzar un gran tamaño y obstruir el riñón, los uréteres o la vejiga.
Cálculos de ácido úrico: del 5% al 10% de los cálculos. Más habituales en las personas que ingieren mucha carne, mariscos y pescado y también pueden aparecer en casos en los que la orina contiene una cantidad excesiva de este ácido, como en pacientes con gota, con trastornos de la sangre, en tratamiento con quimioterapia o que han sufrido pérdidas rápidas de peso, entre otros casos.
Cálculos de cistina: un 1% de las piedras renales tienen esta composición. Afectan a ambos sexos, aunque son poco frecuentes y están provocados por un trastorno genético llamado cistinuria. Este lleva a los riñones a volcar en la orina demasiada cantidad de cisteína, un aminoácido presente en los músculos, los nervios y otras partes del cuerpo.
Tratamiento
El tratamiento de los cálculos renales varía en función del tipo de cálculo y de la causa.
Cálculos pequeños con síntomas mínimos
La mayoría de los cálculos renales pequeños no requiere un tratamiento invasivo. Es posible que puedas expulsar un cálculo pequeño de las siguientes maneras:
Consumo de agua. Beber entre 2 y 3 cuartos de galón (1,8 a 3,6 litros) por día mantiene la orina diluida y puede prevenir la formación de cálculos. A menos que tu médico te indique lo contrario, bebe suficiente líquido, idealmente agua, para que la orina sea transparente o casi transparente.
Analgésicos. Expulsar un cálculo pequeño puede provocar cierta molestia. Para aliviar el dolor leve, es posible que el médico te recomiende analgésicos, como ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) o naproxeno sódico (Aleve).
Tratamiento médico. El médico puede administrarte un medicamento para ayudarte a expulsar el cálculo renal. Este tipo de medicamento, conocido como alfabloqueador, relaja los músculos del uréter y te ayuda a expulsar el cálculo renal más rápido y con menos dolor. Los alfabloqueadores incluyen, por ejemplo, tamsulosina (Flomax) y la combinación de dutasterida y tamsulosina (Jalyn).
Cómo ayudar a prevenir los cálculos renales
Usted puede hacer muchas cosas para reducir las probabilidades de desarrollar más cálculos renales. Los niños con cálculos renales deben:
Beber mucho líquido durante el día (la orina generalmente debe verse de color amarillo muy pálido).
Tomar mucho líquido durante todo el día (la orina debe verse de color amarillo claro/pálido). Pregúntele a su equipo de salud qué cantidad de líquido es la apropiada. Si sufre de enfermedad renal y necesita restringir líquidos, es importante discutirlo con su equipo de salud.
Limitar la sal en los alimentos.
Comer más frutas y verduras, especialmente frutas cítricas.
Consumir menos carnes, alimentos procesados, comida rápida y refrescos.
Evite alimentos y bebidas con alto contenido de fructosa de sirope de maíz.
Mantener un peso saludable.
Consumir la cantidad recomendada de alimentos y bebidas ricos en calcio; no se recomienda reducir estos alimentos y, a veces, de hecho, puede aumentar el riesgo de cálculos. Por otra parte, no consuma suplementos de calcio a no ser que su médico le haya dicho que los necesita.
Dirección: 3926 Avenue H #15, Rosenberg, TX 77471
Horario: lun – sáb 9AM-6PM
Teléfono: +12812328883
Website: https://clinicahispanafamiliarrosenbergtexas.com