¿Qué es la Cervicalgia?
El dolor en la región cervical es una patología muy frecuente que afecta en gran medida a la calidad de vida. Suele provocar disminución de la actividad habitual y absentismo laboral. Son numerosas las causas que pueden llevar al dolor en el cuello. A continuación, se indicarán las principales causas, síntomas y el tratamiento del dolor cervical.
Causas
También es muy importante analizar las diferentes causas por las que se produce dolor de cuello, destacando las siguientes:
Las malas posturas en el escritorio.
Mantener la misma postura durante demasiadas horas seguidas.
Dormir con malas posturas.
Realizar giros bruscos con el cuello.
Levantar pesos muy rápidamente o con posturas poco aconsejables.
Accidentes automovilísticos.
Realizar teletrabajo y trabajar desde casa sin tener en cuenta la higiene postural.
Forzar en exceso esta zona del cuello.
Ruptura de discos intervertebrales.
Presencia de artritis cervical.
Enfermedades como la fibromialgia.
Tendencia a padecer tortícolis, que puede desembocar en cervicalgia.
Esguinces en el cuello.
Osteoporosis en la zona de las cervicales.
Infección por osteomielitis en la columna.
¿Cuáles son los síntomas del dolor cervical?
Los síntomas más habituales son:
Dolor en la zona del cuello.
Dificultad para movilizarlo.
Cefaleas.
Mareos.
Rigidez.
Anatomía de la columna vertebral
El raquis o la columna vertebral es una estructura osteofibrocartilaginosa formada por vértebras unidas entre sí que van desde la cabeza hasta la pelvis. Está formada por la zona cervical (7 vértebras), dorsal (12), lumbar (5), sacro (5 soldadas) y coxis (4 de la misma manera).
La columna cervical presenta una ligera lordosis (concavidad hacia atrás) y sus vértebras son las que tienen mayor movilidad de todo el raquis.
Diagnóstico de cervicalgia. Pruebas diagnósticas para el dolor de cuello
El profesional debe revisar la historia del paciente con cervicalgia, estudiar los síntomas y palpar el cuello. Las pruebas instrumentales, en el caso de una cervicalgia, principalmente se debe realizar una tomografía axial computarizada (TAC) y una resonancia magnética (RM) para mostrar si existe alguna compresión nerviosa, ya que también detectan los tejidos blandos. Además, se puede realizar una electromiografía, es decir, un examen de diagnóstico que es capaz de analizar la actividad del músculo en reposo y durante la activación voluntaria.
Por otro lado, la placa o los rayos X sólo muestran los huesos y lo único que notará es un adelgazamiento de los discos intervertebrales o que las vértebras sufran artritis o que estén mal alineadas, la detección de una rectificación cervical lo que puede ser causa de la cervicalgia. Además, la radiografía es esencial en caso de dolor en el cuello, porque hay algunas enfermedades graves que pueden ser una contraindicación para ciertos tratamientos como, por ejemplo; una espondilolistesis, estenosis del canal espinal, fracturas, problemas de circulación y otros.
Existe un test muy utilizado en Fisioterapia, Terapia Manual y Medicina denominado “Test de Klein” el cuál si bien no valora una cervicalgia, es imprescindible de aplicarlo ya que en una posición forzada se coloca en evidencia si existe un compromiso de la arteria vertebro-basilar, la oclusión de esta arteria es más susceptible en personas con rectificación cervical y produce síntomas de mareos y vértigos
¿Qué puedo hacer para mejorarme?
Sin duda pueden serme muy útiles practicar ejercicios de fortalecimiento de los músculos posteriores extensores cervicales: sentado de espalda a la pared presionar la cabeza-cuello contra un pequeño cojín interpuesto, en intensidad adecuada a tolerancia generando con ello un enderezamiento cervical. Mantener la presión 3 a 5 segundos, relajar y repetir 10 a 20 veces. 2-3 sesiones diarias.
Para posturas estáticas –quietas- (sentado un cierto tiempo, por ejemplo) en domicilio y/o para algunas tareas domésticas, en caso de dolor manifiesto, puede ayudar el uso un collarín blando, liviano, que permita una postura de la cabeza en cierto grado de descanso en flexión.
Con y sin collarín debe mantener cabeza-cuello en la postura de equilibrio en el perfil ( cabeza “recogida” hacia atrás con el cuello enderezado de forma que la oreja y el hombro estén en la misma línea vertical evitando así la hiperlordosis cervical (cuello arqueado).
¿Cómo se trata?
La terapia dependerá de la causa de la enfermedad. En general, considera manejo del dolor mediante el uso de medicamentos analgésicos y antiinflamatorios, además de relajantes musculares y eventualmente corticoides. También puede incluir reposo relativo y kinesiterapia.
La cirugía es poco frecuente y se reserva para casos específicos en los que las molestias no ceden con el tratamiento habitual o cuando existe una alteración anatómica que deba corregirse en la cirugía. Existen algunas lesiones traumáticas como fracturas o luxofracturas, especialmente las inestables o con compromiso neurológico, que requieren de cirugía temprana para descomprimir la médula espinal y dar estabilidad estructural a la columna.
Pronóstico del dolor cervical
El dolor de cuello o dolor cervical es una patología que empeora y afecta directamente en la calidad de vida del que lo sufre, ya que impide que éste pueda realizar su vida cotidiana de forma normal.
Una vez que el problema está identificado y diagnosticado, se inicia el tratamiento, mejorando la calidad de vida del paciente, que ve reducido el dolor que padece.
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